Lleva más de 15 años enseñando química en los cursos que la EdV de la Universidad de Chile dicta cada año. Gladys Tapia es Bióloga y doctora en Ciencias, académica del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Chile y docente del Curso de invierno de la EdV “Química: Base de la vida”, para estudiantes de enseñanza media.
Además de realizar investigación, la académica asegura que siempre le ha gustado la docencia. “Me gusta la parte de extensión y trabajar con niños más pequeños, en este caso con chicos de enseñanza media. Siempre me ha gustado porque uno se da cuenta que llegan con muchas falencias desde el colegio, llegan con demasiadas cosas preestablecidas que después cuesta echarlas para atrás. Yo también aprendo mucho de ellos, quizás he aprendido yo más que ellos”, explica.
El trabajo que cada sábado realiza la investigadora con los estudiantes de la EdV consiste principalmente analizar y entender los procesos químicos. “La química que yo hago no es resolver ecuaciones, es entender qué está pasando, por qué está pasando. No les hago resolver ejercicios, excepto para que entiendan las unidades de concentración, pero en todo lo demás es entender y aplicar, es pensar y eso es lo que les cuesta porque el colegio es sólo cálculo. Puede que después cambien de interés y no sigan estudios relacionados con el área de la salud, pero en todas las áreas tienen que pensar. Esta no es la química para el químico, no es la química para el biólogo, es la química para pensar las cosas”, asegura.
Lo que más destaca la académica de la Universidad de Chile, es la metodología de trabajo que tienen los talleres de la EdV. “La mayoría de mis clases son teóricas en este curso, pero también los hacemos trabajar en grupos pequeños, que salgan a la pizarra y analicen cosas, que eso es lo que más cuesta. Saben mucho, pero saben de memoria muchas cosas. También hacemos trabajos prácticos de juntarlos en grupos pequeños y pedirles, por ejemplo, que hagan un afiche sobre cómo acercar un tema químico a la población. Hay chicos que en esta línea han hecho poemas sobre la óxido reducción, pero llevándolo a cosas prácticas. La idea es que ellos vean la química como algo de todos los días, cómo funcionamos nosotros. Yo les explico por ejemplo que cuando ellos transpiran es porque quieren mantener su temperatura y ese es un cambio físico, cuando uno tirita de frío es porque el cuerpo quiere mantenerse caliente y eso genera calor. Trato que lo que es molecular ellos lo vean como algo cotidiano”, afirma.
Para Gladys Tapia, el principal requisito para participar de su curso es la motivación. “Al entrar a la EdV conocen gente que tiene su misma motivación y eso es súper bueno, porque en el colegio muchas veces no tienes compañeros que compartan sus ganas de seguir estudiando o de hacer este tipo de cosas que son sacrificadas. Pero cuando vienen acá y se encuentran con otros 40 estudiantes que quieren lo mismo… se sienten parte del grupo. Aquí los chiquillos hacen amigos”, destaca.
Comunicaciones EdV – FCFM